Cuando el agua es un recurso limitado, es importante optimizar su uso para garantizar higiene sin desperdiciar. A la hora de darnos un baño, la pregunta más habitual es ¿cómo usarla de la forma más eficiente? Si no sabes la respuesta, no te preocupes, aquí te decimos cómo hacerlo en seis simples pasos.

1. Prepara lo necesario
Antes de empezar, ten a la mano un balde con agua, un recipiente pequeño (como una jarra o taza) para enjuagar y, si es posible, un jabón y champú que necesiten poca agua para su retiro, por ende, los jabones hidratantes no son recomendados, ya que dejan la sensación de residuo de producto, y usarás más agua para sacarlo.
2. Método del balde y la jarra
Usa el balde como fuente de agua y la jarra para mojarte y enjuagarte. Este método permite un mejor control del agua utilizada.
3. Pasos para el baño
- Moja tu cuerpo con una pequeña cantidad de agua.
- Aplica el jabón y frota bien en todo el cuerpo sin enjuagar de inmediato.
- Moja tu cabello ligeramente, aplica champú y masajea bien antes de enjuagar.
- Aclara el cabello, de manera que el agua escurra por tu cuerpo para que retire el jabón al mismo tiempo que enjuaga el pelo.
- Utiliza más agua en el cuerpo, usando la jarra, si queda residuo de jabón y es necesario.
4. Técnica de reutilización
Si no tienes acceso a mucha agua, puedes colocar un recipiente grande debajo de ti para recolectar el agua utilizada y emplearla en otras actividades, como descargar el inodoro o limpiar pisos.
5. Bañarse en el menor tiempo posible
Cuanto más rápido termines, menos agua usarás. Trata de completar tu baño en 5 minutos o menos.
6. Usa productos eficientes
Los jabones y champús que generan menos espuma requieren menos agua para ser enjuagados, lo que reduce aún más el consumo.
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