Las almohadas de plumas son apreciadas por su suavidad y confort, pero requieren un mantenimiento adecuado para conservar sus propiedades. Aunque muchas personas optan por enviarlas a la tintorería, es posible lavarlas en casa si se siguen ciertas recomendaciones.
Revisión de etiquetas
Antes de iniciar el lavado, revisa la etiqueta de la almohada. Algunas especifican si pueden lavarse a máquina o si requieren limpieza en seco.
Uso de fundas protectoras
Las fundas prolongan la vida útil de las almohadas al protegerlas de manchas y suciedad. Es ideal usarlas y lavarlas con regularidad.
Lavado a máquina
- Utiliza una lavadora de carga frontal o sin agitador central, ya que este podría dañar las plumas.
- Lava dos almohadas a la vez para equilibrar el tambor.
- Usa un detergente suave y evita suavizantes, ya que pueden dejar residuos en las plumas.
- Selecciona un ciclo delicado con agua tibia.
Secado adecuado
- Es fundamental secar las almohadas completamente para evitar la formación de moho. Usa una secadora con una temperatura baja.
- Coloca pelotas de tenis o bolas de secado en el tambor para ayudar a esponjar las plumas y evitar que se apelmacen.
- Revisa cada 30 minutos y agita las almohadas para redistribuir las plumas.
Secado al aire
Si no tienes secadora, cuelga las almohadas en un lugar bien ventilado. Asegúrate de moverlas regularmente para evitar la acumulación de humedad en ciertas áreas.
Frecuencia de lavado
Lava las almohadas de plumas una o dos veces al año. Para un mantenimiento regular, airearlas semanalmente ayuda a eliminar olores y conservar su frescura.
Precauciones adicionales
Evita el uso de blanqueadores, ya que dañan las plumas, y nunca exprimas las almohadas a mano, pues podrías romperlas. Siguiendo estos pasos, tus almohadas de plumas se mantendrán limpias, frescas y con su textura original.
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