El óxido en puertas y ventanas de metal se debe principalmente a la exposición a la humedad y al oxígeno, lo que provoca un proceso químico llamado corrosión. Cuando el hierro o el acero entran en contacto con el agua y el oxígeno, se forma óxido de hierro, una sustancia rojiza y quebradiza que debilita la estructura del metal. Factores como la lluvia, la humedad ambiental y la proximidad al mar pueden acelerar este proceso.
Además, la falta de mantenimiento, como la ausencia de pintura o recubrimientos protectores, permite que el metal quede expuesto a los elementos. En zonas con alta contaminación o presencia de sustancias químicas, la corrosión puede ser aún más rápida.
Es importante inspeccionar regularmente las estructuras y limpiarlas para prevenir la acumulación de humedad y suciedad. Para hacerlo existen una cantidad de productos coerciales que hacen el efecto de remover la capa oxidada, pero qué mejor que hacerlo de forma natural.
Nos referimos al vinagre, este ingrediente es eficaz para limpiar óxido porque contiene ácido acético, que reacciona con el óxido y lo disuelve. Al sumergir el metal en vinagre, el óxido se afloja y puede eliminarse fácilmente con un cepillo o un paño, restaurando la superficie original del objeto.
Vinagre para eliminar el óxido
1. Limpieza previa: usa un cepillo de alambre o lija para eliminar el óxido suelto.
2. Aplicación del vinagre: empapa un paño o esponja en vinagre blanco y frótalo sobre las zonas oxidadas. Para óxido severo, y si la pieza es removible, sumérgela en vinagre durante varias horas.
3. Frota: deja actuar el vinagre por al menos 4 horas. Luego, usa un cepillo de cerdas duras o lana de acero para frotar el óxido.
4. Enjuague: lava la zona con agua y sécala bien para evitar nueva oxidación.
5. Protección: aplica una capa de aceite o pintura antioxidante para prevenir el óxido en el futuro.
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