Mantener la casa ordenada habla muy bien de la personalidad e higiene de quienes allí habitan. Además, según Nancy Salazar, experta en organización, vivir con limpieza y orden es un estilo de vida que da paz.
Aunque mantener el orden y la limpieza representa una de las tareas más demandantes en el hogar, es estrictamente necesario para la salud y bienestar de todos.
Una de manera de lograrlo es deshaciéndose de cosas que no son necesarias, ya que el exceso de objetos no solo genera saturación visual, sino que, además, hará que te tomes más tiempo al momento de limpiar y ordenar tus espacios.
¿Qué hacer para mantener la casa ordenada?
La mayoría de los expertos coincide en que una técnica para mantener el orden y la limpieza en casa consiste en dedicarle mínimo 10 minutos a lavar los platos, barrer el piso, recoger la ropa sucia que ha quedado esparcida en diferentes espacios, por ejemplo.
También es esencial realizar depuraciones más profundas con cierta regularidad, es decir, cada cierto tiempo conviene tirar cosas que no sirven o que no se usan, en el closet, la cocina, etc. Esto es esencial para mover las energías y sobre todo para lograr que tus espacios se mantengan ordenados el mayor tiempo posible.
Saca de tu casa
Deshazte de estas cosas cuanto antes si quieres disfrutar de una casa ordenada:
- Alimentos y productos de la despensa que ya han caducado.
- Ropa y zapatos que no utilizas. Pregúntate cuánto tiempo tienes que no usas estas piezas y si está en el armario por más de 6 meses, sácala y regálala, pues ya no la usarás más, y alguien más puede sacarle provecho.
Esto también ocurre con las tollas, sábanas y edredones que han permanecido en el armario por largos períodos de tiempo sin ser utilizados.
- Los juguetes incompletos pueden tirarse a la basura, mientras que aquellos en buen estado, se pueden regalar o donar para que otros niños le saquen provecho.
- Libros que ya has leído. Estos puedes donarlos a otras personas, bibliotecas o instituciones académicas. Mantenerlos en tu biblioteca llenándose de polvo no resulta ni práctico ni útil.
- Cables y cargadores de equipos que ya no se utilizan porque están dañados o se han cambiado por algunos artefactos más modernos.
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