El lupus es una de las enfermedades de mayor incidencia en el mundo, pero no es contagiosa. No es bacteria, virus, hongo o parásito, por lo que su contagio es imposible por ninguna vía.
Para muchos de los pacientes que sufren esta enfermedad es un milagro detectarla a tiempo, ya que muchas veces es difícil percatarse de su existencia, pues suele ser de acción silenciosa.
Si bien es cierto que es necesario realizarse exámenes médicos con regularidad para asegurarse que el organismo funciona correctamente, es también importante evitar exponerse a situaciones que afecten o atenten contra la calidad de vida.
¿Qué es el lupus?
Es una enfermedad que se desarrolla a partir de una deficiencia en el sistema inmunológico del individuo y que puede verse reflejada de distintas maneras y atacando varias partes del cuerpo.
Incluso, las articulaciones y el corazón, pueden verse seriamente afectados a causa de esta enfermedad, sin embargo, suele manifestarse generalmente con daños en la piel.
En otras palabras, es una enfermedad autoinmune ya que el propio sistema inmunitario ataca las células y tejidos sanos por error. Es decir, esto puede dañar muchas partes del cuerpo, incluyendo las articulaciones, piel, riñones, corazón, pulmones, vasos sanguíneos y el cerebro.
Causas
Hasta los momentos se desconoce la causa exacta de qué es lo que provoca esta enfermedad.
No obstante, entre algunas posibles causas que activan la enfermedad y la ayudan a desarrollarse se encuentran, por ejemplo, estar expuesto a: la luz del sol, infecciones, ciertos medicamentos u otros elementos. También reacciona ante cambios hormonales y a presiones de tipo psicológico. Hay muchos disparadores de los períodos de actividad de esta enfermedad.
Los niveles altos de estrés o depresión pueden acelerar el proceso de la enfermedad y hacer que abarque otras zonas del cuerpo además de la piel, que frecuentemente es la más afectada.
Reacciones alérgicas a ciertos medicamentos o químicos farmacéuticos pueden ser también, a la larga, impulsores de la enfermedad.
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Síntomas
– Dolores articulares
– Fiebre superior a los 38° C
– Artritis
– Fatiga prolongada o extrema
– Ronchas en la piel
– Anemia
– Afección de los riñones
– Dolor en el pecho con respiración profunda (pleuresía)
– Sensibilidad a la luz solar
– Pérdida del cabello
– Problemas en la coagulación de la sangre
– Convulsiones
– Llagas en la boca y en las mucosas
– Depresión
De interés
Esta enfermedad requiere de un serio cuidado, pues algunas personas tienden a
hincharse o a perder peso muy rápidamente, las consecuencias de la enfermedad dependerán del tipo de tratamiento que se aplique y del estado del paciente.
En este sentido, tal como ocurre con los síntomas y el diagnóstico, el tratamiento y el proceso de recuperación dependerá del tipo de lupus y de cada paciente.
Por otra parte, la ayuda de un profesional de la salud mental es beneficiosa para contrarrestar los efectos emocionales; de la misma manera que se requiere del apoyo familiar y la disposición del paciente.
Además, es importante mantener la calma cuando esté al tanto de sufrir de lupus, acudir de manera periódica a las consultas médicas, cumplir a cabalidad con el tratamiento prescrito y jamás automedicarse.
Dato curioso
Cada 10 de mayo se celebra el Día Mundial del Lupus, con el objeto de crear conciencia sobre la existencia de esta enfermedad y brindarle atención al paciente para mejorar su calidad de vida.
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2023-05-10
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