Cortarle las uñas a un perro es esencial para su bienestar y comodidad, pero hacerlo incorrectamente puede causar incomodidad o incluso dolor. Antes de proceder, hay ciertos aspectos que debes considerar para asegurarte de que la experiencia sea segura y sin estrés.
Ten en cuenta la disposición de tu perro. Si es nervioso o tiene miedo a la manipulación de sus patas, es recomendable que lo acostumbres gradualmente. Puedes tocar y sostener sus patas con frecuencia y premiarlo con golosinas y elogios para que se sienta más cómodo. Esto reduce la ansiedad y facilita el corte de uñas en el futuro.
También es crucial contar con las herramientas adecuadas. Un cortauñas específico para perros es esencial, ya que las uñas caninas son más gruesas que las humanas y requieren un cortador robusto. Además, considera tener polvo hemostático a la mano, en caso de que cortes accidentalmente la zona sensible de la uña, conocida como “raíz” o “quick”. Este polvo detiene el sangrado rápidamente y previene infecciones.
¿Cómo cortarlas?
Es importante saber cómo identificar el “quick” para evitar cortarlo, especialmente en perros con uñas oscuras donde no es visible. Para estos casos, corta la uña poco a poco y observa la textura. Cuando notes un punto más claro o cambie la apariencia de la uña, es señal de que estás cerca de la raíz y debes detenerte.
La iluminación es otro factor a considerar. Asegúrate de realizar el corte en un lugar bien iluminado para ver la uña con claridad y evitar accidentes. Además, intenta elegir un momento en el que el perro esté relajado, como después de un paseo, para que sea más fácil manejarlo.
Finalmente, ten paciencia y dale tiempo a tu mascota para que se acostumbre. Algunos perros pueden necesitar varias sesiones breves en lugar de un corte completo de una vez. La clave está en mantener la calma y premiar el buen comportamiento.
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