“¿Es el desayuno comida para el cerebro?” se denomina un estudio sobre sobre los riesgos de saltarse el desayuno a primera hora de la mañana.
La investigación estadounidense también aborda las repercusiones negativas que puede tener sobre el cuerpo.
El estudio se realizó bajo el liderazgo de Gary L. Wenk, catedrático Psicología, Neurociencia, Virología Molecular, Inmunología, y Genética Medica de la Universidad Estatal de Ohio.
La fase experimental consistió en una petición particular a dos grupos de personas.
Unos habían desayunado y otros no. El objetivo era memorizar una lista dada por los investigadores.
Los resultados demostraron las personas que ingirieron alimentos antes de realizar el experimento tenían una capacidad de memorización mas grande a diferencia de las personas que no consumieron nada.
Los resultados también arrojan que las personas que se saltan el desayuno pueden presentar a nivel mental cuadros de depresión, estrés y malestar psicológico.
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Los beneficios del desayuno
La raíz, según explican, es que el desayuno representa el primer alimento del día y, por lo tanto, la primera fuente de energía que el cerebro necesita para funcionar correctamente después de un ayuno de ocho horas por la noche.
Desayunar aporta nutrientes importantes como lo son la glucosa (la principal fuente de energía), que ayuda a mantener el cuerpo en condiciones óptimas, además de que mejoran la memoria, la concentración y el estado de ánimo.
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Los riesgos de saltarse el desayuno
La falta de alimentos al cuerpo puede traer consecuencias muy graves, tanto para la mente como para el cuerpo y entre esos riesgos se encuentran:
- Falta de rendimiento: Sin la fuente de energía necesaria el cuerpo no rinde al máximo lo que puede llevar a una disminución en el rendimiento diario.
- Riesgo de obesidad: Saltarse el desayuno puede llevar en una mayor ingesta de alimentos en las siguientes comidas, lo que repercute en un mayor riesgo a sufrir de obesidad.
- Enfermedades cardiovasculares
- Debilitamiento del sistema inmunológica: Además de la glucosa, el desayuno aporta otros nutrientes como las vitaminas y los minerales que fortalecen las defensas del cuerpo y la total falta de estas pueden hacer que el cuerpo sea más vulnerable a enfermedades e infecciones.
- Peor estado de ánimo: La falta de alimento, y especialmente la falta de glucosa, puede hacer que las personas se vuelvan más irritable y agotados.
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Los alimentos más recomendables
El desayuno es importante e igual de importante son los alimentos que se ingieren en este momento del día, ya que debe representar el 25-30% de las necesidades energéticas necesarias diarias. Por lo tanto, a la hora de desayunar es importante evitar ciertos alimentos como:
- Alimentos fritos: Ricos en grasas saturadas, con un gran riesgo de enfermedades cardiovasculares, por aumento en el nivel de colesterol, además de no generar nutrientes esenciales, lo que lleva a una sensación de pesadez
- Azucares refinados: Estos alimentos provocan una subida brusca de energía seguida de una brutal caída posterior, lo que va a requerir un consumo constante para mantener la energía, además de un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
- Bebidas azucaradas: Altas cantidades de azúcar refinado y carecen de nutrientes esenciales.
- Embutidos procesados: Aumentan el riesgo de enfermedades cardiacas, hipertensión y otros problemas de salud al ser ricas en grasas saturadas y sodio.
- Productos de pastelerías industriales: No contienen valor nutricional al ser altos en grasas saturadas, azucares refinados y calorías, lo que lleva a una sensación de saciedad que no es duradera y riesgo de obesidad
Otro riesgo que se debe evitar es el café en exceso ya que su consumo desmedido repercute en falta de sueño, aumento de estrés y problemas gastrointestinales.
Al contrario, los expertos recomiendan esta clase de alimentos para empezar el día:
- Frutas: Alto contenido de vitaminas, minerales y fibra, que proporcionan energía natural y ayudan en la hidratación por su alto contenido de agua.
- Cereales integrales: Aportan energía y fibra que generan una energía sostenida durante el día.
- Lácteos: Proveen calcio y proteínas para el cuidado de los huesos y los músculos.
- Frutos secos: Fuente de grasa saludables, vitaminas y fibra.
- Pan integral: Mayor contenido de fibra y nutrientes, además de ser una mayor fuente de energía duradera y ayuda a la digestión.
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