Con la llegada del clima frío, aumenta el riesgo de contraer enfermedades respiratorias como la gripe. Afortunadamente, existen medidas sencillas y efectivas para protegerse y reducir las probabilidades de contagio.
Vacunas
La vacunación es una de las mejores formas de prevenir la gripe. Cada año, las vacunas se actualizan para proteger contra las cepas más comunes de la temporada. Vacunarse no solo protege a quien recibe la vacuna, sino que también ayuda a reducir la propagación del virus en la comunidad.
Higiene
Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos es clave para eliminar virus y bacterias. Si no hay acceso a agua, un desinfectante de manos con al menos 60% de alcohol puede ser útil. Además, evite tocarse los ojos, la nariz y la boca, ya que estas son las principales vías de entrada del virus al cuerpo.
Sistema inmunológico fuerte
Una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas y granos enteros ayuda a mantener el sistema inmunológico fuerte. Dormir al menos 7-8 horas por noche y realizar actividad física regularmente también son esenciales para la salud general y la prevención de enfermedades.
Evitar contacto con personas enfermas
Si alguien en su entorno tiene gripe, es importante mantener distancia para evitar el contagio. Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo o el codo al toser o estornudar también ayuda a prevenir la propagación del virus.
Espacios ventilados
Aunque el frío invite a cerrar puertas y ventanas, es fundamental ventilar los espacios cerrados para evitar la acumulación de virus en el ambiente.
Tomar estas precauciones no solo reducirá las posibilidades de enfermarse, sino que también contribuirá a proteger a quienes tienen mayor riesgo de complicaciones, como niños pequeños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.
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