Existen muchas teorías en torno al uso del chupón en los bebés, pues hay quienes dicen que es beneficioso porque calma a los niños, por ejemplo; pero hay quienes opinan todo lo contrario, y se niegan a darles uno a sus pequeños, porque son perjudiciales en varios aspectos.
Conoce los pros y los contras de usar chupones, para que puedas decidir si te conviene o no, incluirlo en la crianza de tu hijo.
De antemano te señalamos que cada ser humano es distinto, por lo que cada bebé puede reaccionar completamente diferente a otros, y lo que tranquiliza a un bebé, puede ser estresante para otro porque quizás su necesidad de succión no quede saciada al tener hambre y el chupete no lo calmará.
Cabe acotar que este instrumento solo se debe ofrecer a los bebés lactantes luego de que esté perfectamente instaurado el proceso de amamantamiento.
Pros
– Calma y tranquiliza a los bebés; no obstante, este objeto no debe sustituir las caricias, los besos y abrazos que se dan cuando están tomando pecho.
– Sirve de complemento al consuelo personal y físico; es decir que se debe utilizar cuando el bebé tenga mucha necesidad de succión y la madre por alguna razón no se la pueda ofrecer a través del pecho.
– Calma el llanto, ayuda a conciliar el sueño, aminora el dolor y el estrés, y reduce el riesgo de muerte súbita.
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Contras
Este polémico elemento sigue teniendo sus adversarios porque aseguran que su uso puede causar daños como problemas de dentadura, malformaciones en el paladar, otitis, cólicos, dificultades del habla, entre otras posibles consecuencias negativas que afectan al pequeño y su desarrollo.
¡Atención!
Si decides darle este instrumento a tu bebé, debes tener presente que el chupón debe estar limpio en todo momento, estar formado por una sola pieza; de escudo rígido o semirígido, con la suficiente flexibilidad para evitar traumatismos; escudo con orificios antiahogo; y una pieza con broche de seguridad para fijar a la ropa.
Además una vez el niño cumpla los dos años, se debe ir retirando de manera progresiva y sin forzarlo; y ya para los 36 meses de edad este hábito debe haber desaparecido y así evitar complicaciones.
Toma nota
El chupón es una herramienta que se le puede sacar provecho, pero sin abusar de ella; por tanto si se abandona el hábito antes de los tres años, es posible que no deje consecuencias.
Se debe utilizar en los lactantes que tengan más de quince días de nacido, e incluso si es preciso, con más de un mes de vida
2021-01-13
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