El líquido amniótico es el fluido donde se desarrolla el bebé estando en el vientre de su madre. Lo rodea y amortigua durante su crecimiento en el interior del saco amniótico, dándole espacio para su progreso y movilidad.
Por ser el hogar del bebé durante sus nueve meses de gestación, hay que conocer todo sobre él para saber cuándo algo no va del todo bien.
Existen tres complicaciones que la madre puede padecer con el líquido amniótico, y estas pueden ser: demasiada cantidad, poco fluido o infección del líquido amniótico.
Complicaciones con el líquido amniótico
Presentar problemas con el lugar de gestación del bebé puede ocasionar problemas para la madre, el feto o ambos. Además que pueden presentarse en cualquier momento de su desarrollo en el útero materno, pero que con una ecografía puede detectarse. Conozcámoslo.
Demasiada cantidad
A esta condición se le conoce como hidramnios y estudios científicos aseguran que 1 de cada 100 embarazos lo padece. Suele aparecer en la segunda mitad de la gestación y se considera un problema leve.
Aunque no todas las causas están determinadas, en su mayoría se debe a un embarazo múltiple, diabetes gestacional, anemia del feto o infecciones en el feto. Aunque es asintomático, si el exceso es significativo podría generar en la madre el crecimiento del útero, contracciones anticipadas, malestar estomacal o problemas para respirar.
Poco líquido
Científicamente denominada como oligohidramnios, se estima que puede afectar a menos del 10% de las mujeres embarazadas, de las cuales solo el 5% son diagnosticadas. Aparece en el tercer trimestre de la gestación, en la mayoría de los casos, pero esto no indica que no pueda presentarse en otras etapas del embarazo.
Cuando se manifiesta en las primeras etapas del embarazo es cuando presenta mayor riesgo y con consecuencias más graves. Entre los factores que pueden causar la escasez de líquido amniótico se encuentran la muerte del feto o embarazo múltiple. También alteraciones en la placenta, enfermedades maternas, anomalías fetales o embarazo postérmico.
Infección intraamniótica
Esta infección corioamnionita puede producirse en el líquido o en la placenta. Su principal causa es por la presencia de patógenos en el tracto genital de la madre, el cual puede ascender hasta el útero.
Aunque el cuerpo suele luchar contra este tipo de infección, hay condiciones que la favorecen, como: múltiples tactos vaginales durante el trabajo de parto. También, la rotura prematura de las membranas, líquido amniótico meconial o un trabajo de parto prolongado.
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