Los clavos de olor son una especia aromática que se utiliza en la preparación de algunos platos gastronómicos, como carnes, productos de panadería o bebidas. Pero, además, se utilizan en la medicina alternativa. Según expertos, los aceites de clavo, los botones florales secos, las hojas y los tallos, se emplean en la elaboración de algunos medicamentos.
También existe la posibilidad de utilizarlos para combatir las infecciones causadas por algunos tipos de bacterias o hongos, pues posee una acción antimicrobiana que ayuda a frenar el crecimiento de microorganismos.
¿Por qué masticar clavos de olor?
La práctica de masticar clavos de olor se ha extendido en el tiempo entre los remedios de las abuelas pues mejora la salud bucal. Este remedio casero alivia el dolor de muela, combate la placa y la gingivitis, refresca el aliento y alivia el dolor de garganta.
Además, mejora la circulación sanguínea, previene las úlceras estomacales, reduce el riesgo de enfermedad del hígado, reduce el riesgo de padecer cáncer, e incluso, según se utilice elimina las marcas de acné.
Su efecto medicinal es gracias a que contiene eugenol, una sustancia que tiene propiedades anestésicas y antibacterianas. No obstante, puede ser tóxico en exceso, por lo que no debe consumirse de manera exagerada.
Debes saber…
Ingerir los calvos de olor, en ayunas como infusión o como condimento de los alimentos, o sencillamente masticarlos, aporta los beneficios antes señalados, siempre y cuando no se exceda el consumo, porque puede tener efectos secundarios en la salud.
Por ejemplo, puede interferir con la acción de los medicamentos anticoagulantes, o causar niveles demasiado bajos de azúcar en la sangre. Además, el consumo en exceso puede afectar el funcionamiento del hígado
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