Las semillas, según la botánica, es el componente de una fruta que alberga el embrión que puede derivar en una nueva planta.
También se conoce como semilla al grano que producen los vegetales y que, cuando se siembran o caen al suelo, genera otros ejemplares que pertenecen a la misma especie.
En este caso en particular hablaremos de las semillas oleaginosas, aquellas que aportan proteínas y ácidos grasos saludables a los platos en los que se incluyen.
Gana sabor y salud con las semillas
Desde tiempos remotos, en muchas partes del mundo, las semillas forman parte de los ingredientes estrellas en la elaboración de algunos platillos, haciendo de la oferta gastronómica algo delicioso.
Éstas resultan un componente que aportan sabor, olor y además salud, pues encierran en su interior toda una energía concentrada y las cualidades de la planta en potencia.
Expertos señalan que al incluirlas en la dieta ofrecen energía, proteínas, grasas saludables y buenas dosis de vitaminas y minerales; es decir, por estas y muchas razones han sido, y siguen siendo, un alimento valiosísimo en la mesa.
¿Cómo incluirla en las comidas?
Un ejemplo es una ensalada de legumbres con girasol, o una crema de sésamo, e incluso unas lentejas aliñadas con semillas molidas. También se pueden utilizar para condimentar arroces, pastas y verduras.
Incluso, para las meriendas se pueden ofrecer semillas de sésamo, girasol y auyama, como un sustituto de los frutos secos.
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Cuatro opciones
Auyama. Éstas son muy ricas en ácidos grasos omega-6. Aportan cinc, magnesio, fósforo y hierro, además de vitamina E.
Saben a frutos secos y su color verdoso resalta en ensaladas, cremas y platos de arroz, cuscús, y pasta.
Suele usarse como condimento junto a otras semillas molidas. Pero, destaca en la panadería y la pastelería. Se pueden tostar o freír y deben salarse con moderación.
Mostaza. Son ricas en selenio y se consideran anticancerígenas y antiinflamatorias. Suelen usarse para elaborar salsa de mostaza.
Por otra parte, puede tostarse y molerse para condimentar verduras, coles, papas, y quesos. Cabe acotar que, éstas se deben añadir al final de la cocción.
Girasol. Contienen más proteínas que cualquier otro fruto seco. Aportan mucha vitamina E, otros antioxidantes; vitamina B1, magnesio, fósforo, hierro y omega-6.
Resultan una alternativa deliciosa en ensaladas, salteados de verduras, panadería y pastelería. Pueden consumirse crudas y sin tostar para conservar todas sus propiedades; no obstante, también se pueden triturar en salsas, rellenos o panes.
Sésamo. Son una gran fuente de vitaminas y minerales, especialmente de calcio y magnesio. Además, contienen hierro y proteínas.
Se utilizan espolvoreadas en ensaladas, pastas y sopas. También en la elaboración de salsas, e incluso le va muy a la repostería y la panadería.
Los expertos señalan que se aprovechan mejor ligeramente tostadas y molidas, por eso suelen molerse.
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2023-04-03
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