Un hito histórico se vivió en París este sábado 5 de julio, donde, después de 102 años, los ciudadanos y turistas volvieron a zambullirse en las aguas del río Sena.
El evento fue esperado durante un siglo y marca el éxito de décadas de esfuerzos de saneamiento para mantener las aguas libres de contaminación, reportó France 24.
Una zona específica del emblemático río fue oficialmente habilitada por las autoridades de París para el baño recreativo, permitiendo el acceso de 150 a 300 personas de forma simultánea.
Primeros nadadores desde 1923
La jornada de este sábado estuvo marcada por la emoción y la alegría de los parisinos, que no dudaron en desafiar el leve frío matutino para ser parte de este momento tan significativo.
Con la Torre Eiffel como telón de fondo, las orillas del Sena se llenaron de entusiastas que, por primera vez en más de un siglo, pudieron disfrutar de un chapuzón en las que alguna vez fueron las contaminadas aguas del río.
De acuerdo con el medio, los primeros nadadores se lanzaron al agua con 25 grados, desde las 8:00 a.m., bajo la mirada de los socorristas y la vigilancia de las lanchas de la Policía de París.
Cada persona debía llevar un chaleco amarillo de protección y nadar únicamente en un perímetro rodeado por un cordón de seguridad.
El concejal de Deportes del Ayuntamiento de París, quien también tenía previsto darse un baño en el recinto de Bercy, confirmó que "la calidad del agua cumple con las normas sanitarias".
Cabe destacar que en los Juegos Olímpicos de París 2024 se realizaron pruebas de nado. La misma alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se dio el primer baño en el Sena en 2024 durante ese año.
¿Qué más se conoce?
La reapertura del Sena al baño público es el resultado de un ambicioso proyecto de limpieza y descontaminación que duró varias décadas y supone una inversión considerable, de aproximadamente 1.400 millones de euros.
La entrada para los parisinos y turistas es gratuita y no es necesario realizar reservaciones previas. Además, la calidad del agua será controlada a diario para que esté dentro de los límites de seguridad.
Las zonas designadas para el baño se encuentran en tramos específicos del río, cuidadosamente monitoreados para garantizar la seguridad y la calidad del agua: Bras Marie, frente a la isla de Saint-Louis; en Bercy, cerca de la Biblioteca Nacional; y en Grenelle, frente a la Isla de los Cisnes, a pocos pasos de la Torre Eiffel.
Para disfrutar de las aguas y por motivos de seguridad, se requiere que las personas sean mayores de 14 años y midan más de 1,40 metros. Además, deben respetar el uso de la boya, ya que el resto del río sigue siendo declarado como "aguas bravas".
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