La Fiscalía de Milán, Italia, ha abierto una investigación judicial por el macabro caso de los denominados "safaris humanos" en Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina.
Las autoridades italianas están examinando pruebas y testimonios que sugieren que ciudadanos italianos, presuntamente de alto poder adquisitivo y con ideologías de extrema derecha, viajaron durante el asedio de Sarajevo (1992-1996) para pagar por disparar y matar a civiles indefensos en un acto de "turismo de guerra" criminal.
Investigación en Curso
Lo que durante años fue considerado un rumor o "leyenda urbana" de la Guerra de los Balcanes, se ha materializado en una instrucción judicial que busca castigar crímenes de lesa humanidad.
Los informes indican que estos "clientes", que eran entusiastas de las armas y empresarios, pagaban entre 80.000 y 100.000 euros por un "fin de semana de cacería", donde eran apostados en las colinas que rodeaban Sarajevo para actuar como francotiradores contra la población civil asediada.
Testimonios recabados por la Fiscalía y por el periodista Ezio Gavezzani, quien denunció el caso, señalan que existía una tarifa superior por objetivos de mayor vulnerabilidad: "Disparar a niños era más caro".
La Fiscalía de Milán está tratando estos crímenes como homicidio múltiple agravado por "motivos abyectos" y "crueldad".
Avenidas de los francotiradores
El asedio de Sarajevo fue uno de los episodios más trágicos de la guerra, donde la población estuvo atrapada bajo el fuego de la artillería serbobosnia durante casi cuatro años.
Más de 14.000 personas murieron acribilladas durante el sitio, muchas de ellas en las tristemente famosas "avenidas de los francotiradores", las mismas zonas usadas para estos macabros "safaris".
La investigación se apoya en denuncias de abogados y la documentación (incluyendo supuestos testimonios de exmilitares y servicios de inteligencia) que demostraría la organización de estos viajes criminales.
La Fiscalía maneja una lista de al menos cinco ciudadanos italianos identificados que serán llamados a testificar.
El periodista Gavezzani indicó que, además de italianos, otros "cazadores" procedían de países como Alemania, Francia, Canadá, Rusia y Estados Unidos, aunque la investigación actual se centra en los ciudadanos italianos.
La apertura de esta causa judicial, años después de los hechos, subraya la urgencia de castigar a quienes convirtieron el dolor y la tragedia de la guerra en un perverso negocio.
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