En Estados Unidos (EEUU) se toman muy en serio las faltas de tránsito y los conductores deben saber que, en algunos estados, como Nueva York, hay normas que son estacionales que pueden meterles en problemas y conllevar una pérdida financiera.
Esta vez estamos hablando de una normativa enfocada en la seguridad vial durante la temporada invernal y se aplica a los conductores que circulan con nieve, aguanieve o hielo acumulado en sus vehículos.
Se trata de la norma conocida como “la regla de las 3 pulgadas”, llamada ley de eliminación de nieve/hielo del vehículo, la cual entró en vigor en diciembre de 2019.
Sobre la regla de las “tres pulgadas”
Dicha ley obliga a los conductores en Nueva York a despejar completamente sus vehículos de nieve, aguanieve o hielo que exceda las tres pulgadas (3") de grosor antes de circular.
Esta obligación incluye áreas críticas como el techo, los parabrisas y las plataformas de carga, y es especialmente relevante para camiones y vehículos comerciales.
El objetivo principal es prevenir accidentes, ya que la nieve y el hielo que se desprenden de un vehículo en movimiento pueden golpear a otros vehículos o peatones, obstaculizar la visibilidad de otros conductores o convertirse en peligrosos proyectiles.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la obligación de despejar el vehículo no se aplica en los siguientes casos:
- Si está nevando, cayendo aguanieve o granizo en el momento, la regla no se aplica.
- No aplica dentro de las tres horas posteriores a que la precipitación haya cesado.
Esto da un margen razonable para que los conductores puedan limpiar sus vehículos.
- Los vehículos que estén estacionados y fuera de funcionamiento no están sujetos a esta ley.
- Los vehículos de emergencia y seguridad pública están exentos.
Consecuencias de infringir la norma
No adherirse a esta normativa puede resultar un golpe al bolsillo, ya que las multas por no cumplir con la “regla de las 3 pulgadas” oscilan entre 150 y 850 dólares.
Esto, dependiendo de las circunstancias y del criterio del tribunal.
Es importante destacar que, aunque no se descontarán puntos en la licencia del conductor, las implicaciones financieras y de seguridad son considerables.
Si la acumulación de nieve o hielo que se desprende de tu vehículo causa lesiones personales o daños a la propiedad de otra persona, el conductor puede enfrentar un cargo por delito menor (misdemeanor), con posibles multas mucho más altas y otras consecuencias legales.
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