El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha designado a Robert F. Kennedy Jr. como su próximo secretario de Salud y Servicios Humanos, un nombramiento que ha generado intensas reacciones debido a la postura controvertida del abogado de 70 años en temas de salud pública.
De acuerdo con BBC, el político, miembro de la emblemática familia Kennedy, es conocido por sus firmes posturas antivacunas y sus cuestionamientos sobre la seguridad de los productos farmacéuticos.
¿Estrategia de protección a la población?
Sin embargo, Trump expresó en un mensaje a través de la red social X que Kennedy buscará “garantizar que todos estén protegidos de los productos químicos nocivos, los contaminantes, los pesticidas, los productos farmacéuticos y los aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud en este país”.
Además, el republicano aseguró que su objetivo es “poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas” y restaurar la salud de los estadounidenses.
Por su parte, Kennedy, quien fue candidato presidencial independiente en 2024 antes de abandonar su campaña para apoyar a Trump, agradeció el nombramiento y prometió luchar contra la “corrupción” en el sistema de salud y “terminar con las puertas giratorias entre la industria y el gobierno”.
"Manipulaciones en la industria"
En dicho contexto, con este enfoque en la salud pública se basaría en defender a los ciudadanos de lo que él considera “manipulaciones de la industria farmacéutica”.
Sin embargo, su designación ha sido fuertemente criticada. Georges C. Benjamin, director de la Asociación Estadounidense de Salud Pública (APHA), manifestó que se opondrán “absolutamente” a su nombramiento, citando la falta de experiencia de Kennedy en el campo de la salud pública.
Otros expertos han advertido sobre el riesgo de que sus opiniones antivacunas, puedan fomentar una imagen negativa a la vacunación en Estados Unidos, lo que podría resultar en brotes de enfermedades prevenibles.
¿Quién es RFK?
Robert F. Kennedy Jr. ha sido una figura polarizadora en la política estadounidense, especialmente por su trabajo en la fundación Children’s Health Defense, que promueve teorías que vinculan las vacunas con el autismo, un argumento desacreditado por la comunidad científica.
Finalmente, este nombramiento, aún pendiente de confirmación en el senado, marca un giro significativo en las políticas de salud pública que se podrían implementar bajo la administración de Trump.
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