Una madre mexicana, Laura, y su hijo Saúl, de 18 años, fueron deportados tras ser detenidos en una parada de tráfico en San Antonio, Texas.
El incidente ocurrió el 27 de enero cuando se dirigían al trabajo y su camioneta fue detenida por no tener placas. Laura explicó que había adquirido recientemente el vehículo y contaba con un permiso provisional para circular, según reseña Univisión.
Durante la detención, Laura solicitó poder usar su teléfono para contactar a un familiar o abogado, pero las autoridades le negaron la solicitud, indicándole que podría hacer una llamada más adelante.
Laura y su familia, que llegó a Texas en 2015 desde Ciudad Juárez, han vivido en Kerrville durante más de diez años y tienen cuatro hijos nacidos en EE. UU.
A pesar de que un agente de inmigración le sugirió que luchara por su caso debido a su larga estancia y falta de antecedentes criminales, tanto ella como Saúl fueron llevados al Puente Internacional de Piedras Negras para ser deportados.
Actualmente, Laura se encuentra en Ciudad Juárez, sin un plan claro para reunirse con sus otros hijos de sus hijos, de 16, 11, 7 y 6 años, que permanecen en Texas con su esposo.
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