El cierre de Express Dry Cleaners, en la intersección de Broadway y Wyeth Aves en Williamsburg, Brooklyn, dejó a numerosos clientes sin acceso a sus prendas, generando descontento y preocupación.
En abril, los usuarios encontraron un aviso de desalojo en la puerta, lo que intensificó la frustración, según reseña el portal Infobae.
Julia Neumann, una de las afectadas, intentó recuperar dos mantas de lana y un vestido, pero no encontró respuestas. “Llamé a todos los números que tenía y hasta coloqué carteles”, comentó.
Las complicaciones se acumularon durante meses, con quejas de residentes sobre el servicio. Algunos clientes denunciaron que sus prendas regresaron sucias, mientras otros, que entregaron vestimenta religiosa antes de Pésaj, se vieron obligados a comprar trajes nuevos.
Las pérdidas
El propietario del inmueble también se declaró afectado, ya que el inquilino acumuló una deuda superior a 40,000 dólares en alquileres impagos. El proceso de desalojo se extendió por un año, aumentando las pérdidas.
La Oficina del Sheriff de Nueva York ejecutó el desalojo el 17 de abril, dejando detrás un número limitado de prendas.
Aunque el propietario se comprometió a ayudar a los clientes a recuperar sus artículos, la incertidumbre legal y la falta de mecanismos claros para proteger a los consumidores resaltan los desafíos que enfrentan tanto arrendadores como inquilinos en Nueva York.
Los clientes, como Neumann, continúan esperando recuperar al menos una parte de sus pertenencias, mientras la situación expone la fragilidad de los derechos de los consumidores en cierres imprevistos.
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