Donald Trump, recientemente electo presidente de los Estados Unidos, prometió en su campaña electoral atacar fuertemente a la inmigración y a los indocumentados. Este plan ha llegado a las escuelas y universidades del país, donde el personal educativo y los estudiantes se preparan para lo que pueda pasar.
El temor a que lleve a cabo su promesa de una deportación masiva de indocumentados está corriendo de manera acelerada entre las familias de los alumnos y los centros que los acogen, que están lanzando mensajes para tranquilizar.
¿Cómo se han manifestado los entes educativos?
El día siguiente a las elecciones del 5 de noviembre, tras conocerse la victoria de Trump, el presidente de la prestigiosa universidad de Connecticut Wesleyan, Michael S. Roth, publicó un comunicado para calmar los ánimos: “La Universidad hará todo lo posible para proteger a los más vulnerables entre nosotros. Las deportaciones masivas prometidas por el presidente electo Trump amenazan a nuestros estudiantes que pueden ser indocumentados y son motivo de gran preocupación para muchos en nuestra comunidad”, admitió.
La experiencia previa durante el anterior mandato del republicano, durante el que se produjeron millón y medio de deportaciones, les ha proporcionado cierto bagaje y se preparan para lo peor.
¿Realmente podrían ser deportados los estudiantes?
A pesar de que el presidente electo ha asegurado que, en un primer momento, las deportaciones se centrarán en los migrantes que ya tengan órdenes de expulsión y en los que hayan cometido delitos, su intención, refrendada por el equipo que dirigirá sus planes migratorios, es deportar a 11 millones de personas.
Entre ellos hay estudiantes de todo el espectro de edad: desde niños que asisten a kínder hasta alumnos universitarios.
La fuerza estudiantil inmigrante ha sido fuerte en los últimos 25 años
Los estudiantes de origen inmigrante han sido una fuente vital para la población universitaria de Estados Unidos durante dos décadas. De los 3,4 millones de estudiantes que había en 2000 se pasó a casi 6,1 millones en 2021.
Este aumento del 78% contrasta con el 22% que aumentó la matrícula universitaria total, de 15,3 millones a 18,7 millones, según datos del Instituto de Política Migratoria.
¿Qué pueden hacer las universidades?
A pesar de las garantías que ofrecen los centros y las llamadas a la calma, la protección está sujeta a las legislaciones estatal y federal. Algunos Estados gobernados por republicanos critican el gasto que los estudiantes indocumentados suponen para las arcas púbicas y abogan por retirarles el derecho a estudiar.
Un derecho que avala la doctrina del Tribunal Supremo del caso Plyler contra Doe, de hace 40 años, por el que todos los niños, independientemente de su estatus migratorio, tienen derecho a la educación.
Con información de: El País.
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