Funcionarios del presidente Joe Biden se enfrentan a un panorama incierto ante la inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Este prometió desmantelar las políticas de inmigración implementadas por su predecesor.
Los funcionarios del gobierno expresaron su preocupación, indicando que muchas de estas políticas, como la protección temporal para ciertos inmigrantes. Estas políticas podrían eliminarse con una simple firma, dejando a miles en una situación de vulnerabilidad.
Situación frágil
La fragilidad de las políticas migratorias, que han sido moldeadas principalmente por decisiones ejecutivas y, por lo tanto, son susceptibles a cambios drásticos dependiendo de quién ocupe el cargo.
Tras las elecciones, los defensores de la inmigración han intensificado sus esfuerzos para identificar acciones que Biden podría llevar a cabo antes de que Trump asuma nuevamente el poder, temiendo posibles deportaciones masivas y un endurecimiento de las restricciones migratorias.
Una fuente cercana a la Casa Blanca indicó que cualquier medida proactiva podría crear obstáculos significativos para la administración entrante.
Entre las propuestas discutidas se encuentra la expansión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para inmigrantes de países como Venezuela, Nicaragua y Ecuador.
También como un nuevo impulso para las renovaciones del programa DACA y la búsqueda de soluciones para aquellos con casos pendientes.
Escepticismo
Sin embargo, los funcionarios del gobierno mostraron escepticismo sobre la viabilidad de estas iniciativas, aunque se espera que se genere un fuerte apoyo desde el sector privado.
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"La esperanza es que, al sumar todos estos esfuerzos, se logre una ayuda significativa", concluyó un defensor cercano a la Casa Blanca, evidenciando la urgencia y la complejidad del panorama migratorio actual.
Con información de CNN.
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