Los quistes de milium, también conocidos como miliums, son pequeñas protuberancias de color blanco o amarillo que suelen aparecer en la cara, especialmente alrededor de los ojos, las mejillas y la nariz. Estos quistes son comunes en personas de todas las edades y, aunque no son dañinos, pueden resultar antiestéticos. Existen diversas razones que explican su aparición, relacionadas con el proceso de regeneración de la piel, factores ambientales y ciertos hábitos o condiciones de salud.
La principal causa de los quistes de milium es la acumulación de queratina bajo la superficie de la piel. La queratina es una proteína fibrosa que se encuentra en la capa externa de la piel y es fundamental para su estructura. Sin embargo, cuando esta proteína queda atrapada, puede formar pequeñas protuberancias debido a la obstrucción de los poros. Esto ocurre principalmente en personas que tienen una regeneración celular lenta o en aquellos cuya piel ha sufrido algún tipo de daño.
Uno de los factores comunes que pueden llevar a la aparición de miliums es la exposición solar excesiva. Los rayos UV no solo pueden dañar la piel, sino que también pueden causar una piel más gruesa y menos flexible, lo que aumenta la posibilidad de que la queratina quede atrapada. Además, las personas que usan productos cosméticos pesados o que no eliminan adecuadamente el maquillaje también son propensas a desarrollar estos quistes. La acumulación de productos sobre la piel puede bloquear los poros y generar un ambiente favorable para que se formen los miliums.
Otras razones incluyen el uso de productos de cuidado de la piel inadecuados para el tipo de piel, así como ciertas condiciones médicas, como el daño provocado por quemaduras, el envejecimiento de la piel o tratamientos como el láser o la dermoabrasión. En algunos casos, los miliums aparecen como resultado de cambios hormonales o de ciertos medicamentos que afectan la regeneración celular.
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