Enseñar a los niños puede ser para los padres una labor desafiante, pero debes llenarte de paciencia para lograrlo, recuerda que no hay excusas para la violencia de ningún tipo, ya que hasta las palabras pueden dañar la salud mental de los niños. Sin embargo, los límites deben existir y desde edad temprana mejor son los resultados.
Enseñar con paciencia
Poner límites a tiempo es una manera de evitar problemas a futuro, ya que mientras más temprano lo ayudes a reconocer lo que se considera bien y lo que no, más pronto lo asimilará. No olvides que los límites no solo sirven para ti como representante, también son vitales para ellos.
¿Cómo hacerlo?
Existen principios básicos para tu niño, de esta manera, facilitas su proceso de aprendizaje y haces menos complicada tu labor de orientación:
– Claridad: indícale de la manera más clara posible lo que quieres que tu hijo haga, de lo contrario podría no comprender. No olvides que merece que le expliques pausadamente las cosas, por ejemplo: “jugarás con tus amigos los fines de semana, de lunes a viernes no habrá permiso porque deberás realizar tus tareas”, de la misma manera debe tener horarios para estar en las redes sociales o navegando en la web.
– Respeto: es necesario que seas constante con el acatamiento de las normas. Esto no significa que si no las cumple la primera vez debas ser más dura con él; simplemente quiere decir que siempre debes recordarle llevarlas a cabo por el bien de ambos. Si tu hijo nota que no le prestas atención a tus reglas, perderás autoridad.
– Reglas: tu actitud siempre debe ser consecuente con lo que has establecido. Si tu hijo al cumplir con los limites propuestos siempre observa en ti la misma actitud de satisfacción y respeto hacia él, los acatará más fácilmente.
¿Puedes ser permisivo?
Claro que puedes consentir a tu hijo, pero hasta un punto, no le puedes dar todo lo que pida (así se encuentre en tus posibilidades), ya que puede confundirse y tener ataques de ira. Evita las malas consecuencias.
– Debes enseñarle el valor a las cosas, y que todo debe ganárselo, es aconsejable que tú misma tengas un límite de complacencia con él.
– Comprarle un juguete claro que se encuentra permitido pero de manera ocasional, debe enterder que el trabajo que realizas para darle todo, tiene límites; él entenderá, cuando haya alcanzado un nivel de madurez preciso, que el esfuerzo y la perseverancia son claves para lograr lo que se desea.
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