La cúrcuma se utiliza para tratar infinidad de dolencias; entre sus muchos usos, aquí destacamos enfermedades cardíacas, trastornos depresivos, y para mejorar el estado de ánimo. Por ello su uso se ha intensificado y ahora es incluida en más platos.
La cúrcuma y sus beneficios
Estómago
– Es una aliada para algunos trastornos digestivos, ya que estimula
las secreciones y ayuda a mejorar el procesamiento de alimentos.
– Se recomienda para personas con falta de apetito, gastritis o
digestión lenta.
– Sus principios activos, que ayudan a producir más jugos gástricos y pancreáticos, sirviendo a su vez para equilibrar el pH en estos órganos. También sirve para eliminar los gases que se alojan en el intestino.
Hígado
– Es un tónico biliar, protege las funciones del hígado. La curcumina (compuesto que le otorga su característico color amarillo anaranjado). Ayuda a eliminar las piedras en la vesícula biliar,
– Es antiinflamatoria, favorece el drenaje hepático, y es eficaz para poder
digerir mejor las comidas copiosas.
– Se recomienda en pacientes con cirrosis, ictericia, trastornos hepáticos y de vesícula.
Artritis
– Por sus propiedades antiinflamatorias, sirve para los
para los pacientes que sufren de reuma, artritis y síndrome del túnel
carpiano.
Depresión
– Es utilizada por la medicina tradicional china, se usa para atenuar la depresión y otros trastornos psicológicos y consecuencias derivadas por estrés.
Corazón
– Consumir cúrcuma, ayuda en la salud cardiovascular.
– Reduce los valores de colesterol y triglicéridos en sangre, de manera natural.
Respiración
– Por su acción antiinflamatoria. Es adecuada para el tratamiento de la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC), por sus propiedades antioxidantes.
Piel
– Si la utilizas en polvo, es muy para tratar las infecciones por hongos o se usa como un tratamiento alternativo de la psoriasis.
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