Cultivar tomates en casa es una actividad gratificante y sencilla que te permitirá disfrutar de un producto fresco y natural. Con unos pocos pasos básicos, podrás tener tomates en tu jardín, balcón o incluso en una maceta dentro de tu hogar.
Elige la variedad adecuada
Existen muchas variedades de tomates, desde los pequeños cherry hasta los grandes y carnosos. Si tienes espacio limitado, opta por variedades compactas como los tomates enanos o los cherry, que se adaptan bien a macetas.
Selecciona el lugar adecuado
Los tomates necesitan al menos 6-8 horas de luz solar directa al día. Busca un espacio soleado y protegido del viento. Si cultivas en interiores, coloca las plantas cerca de una ventana con buena iluminación o usa luces de crecimiento.
Prepara el suelo o el sustrato
El suelo debe ser rico en nutrientes, bien drenado y con un pH ligeramente ácido (entre 6 y 6.8). Si usas macetas, elige un sustrato específico para huertos urbanos y añade compost o fertilizante orgánico.
Siembra o trasplanta
Puedes comenzar con semillas o comprar plantines. Si decides sembrar, hazlo en bandejas o pequeñas macetas, y trasplanta las plántulas cuando tengan al menos cuatro hojas. Plántalas a una profundidad que cubra el tallo hasta las primeras hojas para que desarrollen raíces fuertes.
Riego adecuado
Mantén el suelo húmedo, pero evita encharcarlo. Es mejor regar profundamente una o dos veces por semana que hacerlo de forma superficial y frecuente. Riega temprano en la mañana o al atardecer para evitar que el sol queme las hojas húmedas.
Cuida y mantén
Retira las hojas amarillas o enfermas y asegura un buen soporte para las ramas cargadas de frutos. Fertiliza regularmente con productos ricos en potasio y fósforo.
Cosecha y disfruta
Cuando los tomates estén completamente rojos o del color característico de la variedad, estarán listos para cosechar y disfrutar de su sabor fresco y casero en tus recetas favoritas.
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