El semen suele tener un color blanco o gris claro, pero en algunas ocasiones, puede volverse amarillo. Esto puede generar preocupación, pero en muchos casos, no es motivo de alarma. Existen varias razones por las que el semen puede adquirir este color, y algunas son más comunes que otras.
Una de las causas más frecuentes de semen amarillo es la mezcla de orina con el semen. Esto ocurre cuando queda algo de orina en la uretra después de orinar. La orina contiene pigmentos que pueden teñir el semen de un tono amarillento, especialmente si el hombre no ha eyaculado en un tiempo prolongado. En este caso, no es algo peligroso y no requiere tratamiento.
Otra causa común es la presencia de infecciones. Una infección en la próstata o en las vesículas seminales puede generar cambios en el color del semen, haciéndolo más amarillento. Si este es el caso, el hombre podría experimentar otros síntomas como dolor al eyacular, molestias en la parte baja del abdomen o fiebre. En estos casos, es importante consultar a un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado, como antibióticos.
La alimentación también puede influir. El consumo de ciertos alimentos o suplementos, como ajo o cebolla en grandes cantidades, o la ingesta de vitaminas del grupo B, puede causar que el semen adquiera un tono amarillento. Esto tampoco es motivo de preocupación, y el color suele normalizarse al reducir el consumo de estos alimentos.
Finalmente, el envejecimiento natural puede ser un factor. Con el paso de los años, es normal que el semen cambie ligeramente de color debido a la oxidación de las proteínas que contiene.
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