La piel del rostro es la más delicada y la que más está expuesta a sufrir daños, el exceso de rayos solares debilita sus capas internas, lo cual genera múltiples consecuencias para el órgano más grande del cuerpo, por ejemplo, perdida de brillo, suaviza, entre otras.
En ese contexto, de acuerdo a la información reseñada en el portal web Medline plus, el envejecimiento también es un factor influyente en la piel del rostro, puesto que, la deficiencia de colágeno hace que sus capas sean más delgadas.
Por lo tanto, existen múltiples opciones de productos comerciales para mantener hidratada, suave y radiante la piel del rostro, pero también hay alternativas caseras a base de productos naturales que cumplen la misma función, la mascarilla de pepino con miel aporta vitaminas a la piel.
El pepino contiene propiedades hidratantes, antinflamatorias, astringentes y antioxidantes que rejuvenecen la piel. Además, la combinación con la miel es ideal para evitar los poros abiertos.
¿Cómo aplicar la mascarilla?
Lo más recomendable es que la persona aplique la mascarilla de pepino y miel mínimo dos veces a la semana, debe dejar actuar el producto 10 minutos para posteriormente, retirarlo con abundante agua.
Cabe destacar, que la persona puede repetir el proceso las veces que sean necesarias o hasta obtener el resultado deseado, el cual podrá notar en función de las condiciones en las cuales se encuentra la piel.
En definitiva, si la persona desea lucir un rostro sano, radiante e impecable lo ideal es que establezca hábitos de autocuidado que contribuyan a lograrlo.
Foto cortesía de: freepik
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