Los cuadros de pinturas realistas, surrealistas, impresionistas, abstractas, pop, retratos familiares, dibujos infantiles, composiciones o serigrafías, merecen su lugar en las paredes de tu casa.
Contrario a lo que se cree, estos no se deben ubicar a la ligera, expertos en interiorismo señalan que hay formas diferentes de colgarlos. Es decir, no se trata solamente de un clavo y un martillo, tiras o ganchos adhesivos, zócalos o listones de madera, rieles, y muchos otros que te facilitan la labor; se trata de saber ubicarlos según su tamaño y forma, de una manera armónica y sin recargar los espacios.
¿Cómo ubicar los cuadros grandes?
Por lo general, estos se ubican sobre el sofá o cualquier superficie plana como un seibó, que son las paredes más vacías de un salón comedor, lo importante es que la obra no sea más ancha que el mueble, ni del mismo ancho, ya que recargará la pared. Evita poner uno muy pequeño, porque se verá desubicado.
En tal sentido, la posición correcta deberá ser de 15 a 20 centímetros del borde del sofá o del mueble, de manera que este le sirva de base.
Diferentes tamaños
Si tienes un cuadro grande y otros entre regulares, medianos y pequeños, como los que están en tendencia, la opción más creativa es centrar el cuadro grande, y el resto agruparlos al lado derecho e izquierdo de éste, para causar un impacto decorativo.
Agrupados en línea
En caso de que el ambiente sea reducido, ubicar los cuadros en línea hace ver el techo más alejado de la vista porque crea la ilusión óptica de que los techos son más altos, con los cuadros ubicados en forma vertical, los espacios angostos aumentan la sensación de altura en su totalidad.
Horizontalmente
En áreas largas como pasillos, por ejemplo, las líneas con cuadros colocados en forma horizontal sobre ciertos muebles, acompañando la línea de estos, resultan adecuadas.
Visita nuestra sección Variedades
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube