La ley de atracción sostiene que los pensamientos positivos atraerán resultados positivos y los negativos harán que ocurran cosas negativas. Para el caso de las personas, cuando admiras a alguien no son más que dotes que tú también tienes y debes desarrollar, pero si se trata de algo que no te gusta en alguien es porque tú lo debes trabajar en tí.
La proyección ocurre al atribuirle a otra persona sentimientos, pensamientos o impulsos propios que para si mismo son inaceptables, es una manera inconsciente de desquitarse, Debbie Ford,escritora, escribió sobre esta realidad y reseñó:
“Solo vemos lo que somos. Me gusta pensar en ello en términos de energía. Imagínate tener cien enchufes eléctricos diferentes en el pecho. Cada enchufe representa una cualidad diferente. “Las cualidades que reconocemos y aceptamos tienen placas protectoras que las recubren. Son seguras; no pasa electricidad por ellas. “Pero las cualidades que no nos gustan, que aún no hemos asumido, sí tienen una carga. Así que cuando aparecen otras personas que actúan de acuerdo con una de estas cualidades, se conectan directamente a nosotros”.
Este fenómeno no es más que una incitación a realizarse una introspección y reconocer quién eres realmente, aceptarlo y trabajarlo porque cuando juzgas a otra persona en realidad te estás juzgando a tí mismo, desintoxicarte y reorganizar tú mente te ayudará a obtener patrones de comportamiento efectivos. Haz un pacto contigo mismo y no caigas en patrones que odias, no hagas lo que no te gustaría que te hagan, eso que tanto crítcas.
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