La salsa bechamel es una de las salsas madre de la cocina francesa y un pilar en muchas recetas alrededor del mundo. Tradicionalmente, se elabora con mantequilla, harina y leche, logrando una textura suave y cremosa que se convierte en la base de platos como lasañas, croquetas y gratinados. Sin embargo, en esta versión le daremos un toque especial añadiendo queso y cebolla, lo que aportará un sabor más profundo y delicioso.
Esta versión con queso y cebolla es ideal para acompañar verduras, pastas o incluso carnes. Su sabor suave, pero con carácter, la hace perfecta para darle un toque especial a cualquier plato.
Ingredientes
50 g de mantequilla
50 g de harina
500 ml de leche
½ cebolla finamente picada
100 g de queso rallado (puede ser cheddar, parmesano o gouda)
Sal y pimienta al gusto
Nuez moscada (opcional)
Preparación
- En una olla a fuego medio, derrite la mantequilla y agrega la cebolla picada.
- Sofríe hasta que esté transparente y tierna.
- Añade la harina y mezcla constantemente con una cuchara de madera o unas varillas hasta formar una pasta dorada.
- Vierte la leche poco a poco mientras sigues batiendo para evitar grumos.
- Cocina hasta obtener una textura espesa y homogénea.
- Agrega el queso rallado y mezcla hasta que se derrita completamente.
- Añade sal, pimienta y una pizca de nuez moscada al gusto.
- Remueve bien y cocina por unos minutos más.
- ¡Listo! Ya podrás disfrutar de tus recetas favoritas con esta increíble salsa bechamel.
¡Buen provecho!
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