Hervir el agua es una de las formas más sencillas de eliminar impurezas y bacterias, pero el proceso puede alterar el sabor del agua. Esto puede deberse a la pérdida de oxígeno disuelto y a cambios químicos que afectan su frescura. Aquí tienes algunos trucos para mejorar el sabor del agua hervida y hacerla más agradable.
Oxigena el agua
Al hervir el agua, el oxígeno se evapora, lo que puede hacer que el agua se perciba "plana". Para mejorar su sabor, deja que se enfríe un poco y luego agítala bien o vierte el agua de un recipiente a otro varias veces. Esto ayudará a reintroducir aire en el agua y mejorar su frescura.
Filtro de carbón activado
Después de hervir el agua y dejar que se enfríe, pasa el agua por un filtro de carbón activado, como los filtros de jarras. Estos filtros ayudan a eliminar cualquier sabor residual y mejoran la calidad del agua.
Pizca de sal
Una pequeña cantidad de sal puede hacer que el agua tenga un sabor menos “plano” o metálico. Añade una pizca muy pequeña, ya que demasiada sal puede volverla desagradable. Este truco funciona especialmente bien en lugares donde el agua tiene un alto contenido de minerales.
Rodajas de limón o frutas
Una vez que el agua hervida esté fría, agrega rodajas de limón, pepino o incluso fresas para darle un toque de sabor refrescante. Este es un método sencillo y natural que enmascara cualquier sabor residual del agua hervida.
Recipiente adecuado
Almacena el agua en un recipiente de vidrio en lugar de plástico, ya que el vidrio no transfiere olores ni sabores. Si utilizas plástico, asegúrate de que sea de buena calidad y libre de BPA.
Bicarbonato de sodio
Si el sabor es persistente, una pizca de bicarbonato de sodio puede neutralizar cualquier amargor o sabor metálico.
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