Consumir chía es muy beneficioso para la salud y bienestar, pues contiene ácidos grasos omega 3 y omega 6, fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales.
La chía es una planta herbácea y sus semillas diminutas de color marrón, negras o blancas, son un alimento rico en nutrientes, por lo que se utilizan en la cocina para elaborar diferentes platillos y así aprovechar sus propiedades saludables. Sin embargo, surge la inquietud, acerca de qué es mejor, si consumirlas enteras o molidas.
El consumo de chía
Muchas son las alternativas que se tienen para consumir estas semillas, por ejemplo, se pueden comer espolvoreadas en ensaladas, cereales, yogures y hasta en preparaciones horneadas y batidos.
También se puede beber luego de remojarse en agua, pues resulta una bebida refrescante.
Por otra parte, se pueden moler para preparar una fina harina, con la cual se pueden elaborar dulces, panes, licuados o cualquier preparación que tenga entre sus ingredientes la harina como base.
Hablan los expertos
Estas semillas se pueden comer enteras o molidas y ambas formas son saludables, refiere la Inteligencia Artificial.
Sin embargo, consumirla molida puede tener muchas más ventajas porque se aprovecha mejor su alto contenido en antioxidantes y en omega 3, su proteína vegetal y su alto contenido en calcio, magnesio y boro.
Julia Jiménez, dietista y nutricionista señala que “para consumir semillas y aprovechar sus nutrientes, es imprescindible molerlas y si no, como mínimo hidratarlas”.
En vista de que las semillas de chía son muy pequeñas y no se pueden pelar para acceder a todos sus nutrientes, la recomendación es consumirlas molidas, o al menos hidratadas o tostadas, porque esta es la forma de abrir la semilla para poder acceder a su contenido interno, que es donde residen sus ácidos grasos y oligoelementos.
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