El pargo es un pescado semigraso de agua salada que contiene grandes cantidades de omega 3, vitaminas A, B12, potasio, selenio y magnesio. Este es un alimento con un alto contenido de proteínas, el cual aporta energía al organismo.
Su consumo es recomendado porque tiene un bajo contenido de calorías y grasas, lo cual lo convierte en una excelente alternativa para quienes cuidan su peso, además, su ingesta aumenta la producción de energía, reduce la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardíacas.
Es decir, esta es una alternativa saludable y más económica, cuando no se puede consumir salmón o bacalao.
¿Por qué comer pargo?
Este es un pescado que destaca por su bajo contenido en mercurio, un metal pesado que puede acumularse en el organismo y afectar la salud.
Además, es rico en proteínas y nutrientes como potasio, fósforo, vitaminas A, D, B9 y B12, que son beneficiosas para la salud del corazón, el cerebro y el sistema inmunológico.
Gracias a todo ello se convierte en una opción saludable y nutritiva, que se puede consumir de manera regular sin preocuparse por los efectos negativos que puedan presentarse al consumir otro tipo de pescado.
Versatilidad
Este es un alimento de carne firme, sabor suave y dulce que se puede preparar de diversas maneras, ya sea frito, a la plancha, a la parrilla, horneado o guisado, según las preferencias del comensal.
Beneficios
Tal como indicamos, el consumo de pargo es una importante fuente de energía para el organismo, pero también, es un aliado de la salud, ya que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, y aumenta los glóbulos blancos en el cuerpo.
También favorece la salud de la tiroides, tiene efectos antiinflamatorios, mejora la circulación sanguínea y ayuda a controlar el peso.
Por otra parte, ayuda con el desarrollo y mantenimiento de los músculos y formación de los glóbulos rojos, previene la anemia y neutraliza la formación de los radicales libres y su acumulación en los tejidos del organismo.
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