Estar heridas son causadas por una infección bacteriana, pero también existen otras posibles causas como lastimarse por ortodoncia, cambios hormonales que afecta especialmente a las mujeres, estrés, ansiedad, deficiencias nutricionales o debilidad en el sistema inmunicertario. Las llagas suelen tener un borde rojo y el centro gris, no son contagiosas y por lo general se quitan solas. Existen 3 tipos de aftas y pueden ser tanto internas como externas:
Llagas en la lengua: suelen ser ovaladas y no son muy grandes pero sí dolorosas, al cabo de una semana sanan por si solas.
Llagas en la boca: Son úlceras un poco más pequeñas que salen en el interior de la boca. Antes de que estás se presenten físicamente, se puede sentir un leve ardor. Puede que la herida aparezca en grupos y qué, alguna de estas de una formando una gran herida. Asimismo, las aftas mayores son un poco más profundas y su regeneración es en al menos 6 semanas dejando una cicatriz pronunciada.
Llagas en el labio: es importante no confundirla con herpes, estás heridas, superan los 10 mm de diámetro y pueden durar varios meses según el cuidado.
Llagas en la encía: son molestas hasta para hablar, tienen un aspecto similar a una cortada con pequeñas manchas blancas o ser muy rojas.
No existe un tratamiento general para esta afección, por lo que se recomienda asistir a un médico para ser evaluado y quién se encargará de recetar un antiinflamatorio que ayudará a aliviar el dolor. Es recomendable no realizar enjuagues bucales con productos que contengan alcohol porque puede empeorar el estado de la herida, un algodón humedecido con agua oxigenada en la zona afectada puede aliviar el malestar.