Un estudio reciente de la Universidad de Nagoya, publicado en la revista Public Health Nutrition, ha revelado que el consumo regular de pescados pequeños en el desayuno podría estar asociado con una mayor longevidad, especialmente en mujeres. Esta práctica, común en Japón, implica la ingesta de peces como sardinas, espadines y gallinetas, que suelen consumirse enteros, incluyendo cabeza y huesos, aportando así nutrientes esenciales como calcio y vitamina A.
La investigación analizó a más de 80.000 personas durante un período de nueve años. Los hallazgos indicaron que las mujeres que consumían pescados pequeños entre una y tres veces al mes tenían un 32% menos de riesgo de mortalidad por todas las causas. Aquellas que los ingerían una o dos veces por semana mostraban una reducción del 28%, mientras que las que los consumían tres veces por semana o más presentaban una disminución del 31%. En cuanto a la mortalidad por cáncer, las reducciones fueron del 28%, 29% y 36% respectivamente. Aunque en hombres se observó una tendencia similar, los resultados no fueron estadísticamente significativos, posiblemente debido a diferencias en las porciones consumidas o factores no medidos.
El consumo de estos pescados enteros es beneficioso no solo por su perfil nutricional, sino también porque presentan niveles más bajos de mercurio en comparación con peces más grandes. Además, su ingesta contribuye a una dieta rica en nutrientes esenciales que pueden mejorar la salud ósea y ocular.
Takashi Tamura, uno de los autores del estudio, sugiere que, aunque esta práctica es común en países costeros como Japón, su adopción podría ser beneficiosa a nivel global. "Sospechamos que su ingesta regular podría ser una estrategia para aumentar la esperanza de vida", afirmó Tamura, aunque aclaró que se requieren más investigaciones para confirmar estos hallazgos.
Este estudio refuerza la idea de que la alimentación japonesa, caracterizada por la inclusión de pescados, algas, arroz, soja y verduras, es una de las más saludables del mundo. Japón es el país con mayor esperanza de vida, con un promedio de 84 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud. La incorporación de pescados pequeños en la dieta diaria podría ser una estrategia sencilla y accesible para mejorar la salud a largo plazo.
Aunque en muchas culturas la idea de consumir pescado en el desayuno puede parecer inusual, los beneficios potenciales de esta práctica invitan a reconsiderar las opciones alimenticias matutinas. Adoptar hábitos inspirados en la dieta japonesa, como incluir pescados pequeños en el desayuno, podría traducirse en mejoras significativas en la salud y longevidad.
Visita nuestra sección Variedades
Mantente informado en nuestros canales